Uno de los retos más relevantes a los que se enfrentan las empresas que deciden convertirse en ágiles, es el de construir equipos de trabajo involucrados en una cultura empresarial que los motiva a crecer profesionalmente y buscar resultados funcionales e innovadores en cada proyecto que realizan.
Cada persona que integra al equipo puede tener sus propias motivaciones, y la resolución satisfactoria de sus actividades dependerá de las habilidades que haya desarrollado personal y profesionalmente. Por otro lado, una cultura de crecimiento e innovación en los equipos de trabajo, debe construirse poco a poco, y respaldarse constantemente.
Las empresas ágiles cuentan con las herramientas y las prácticas necesarias para nutrir a sus equipos de trabajo y construir una cultura empresarial que motive a las personas a seguir aprendiendo, buscar soluciones innovadoras, y mantener una mentalidad de mejora continua.
Confianza.
Parte del proceso de crecimiento y mejora continua, es aceptar que en algún momento puede haber errores y que todos los proyectos implican cierta incertidumbre. Un equipo de trabajo puede sentirse motivado cuando tiene la confianza necesaria para tomar riesgos, equivocarse y aprender sobre ello.
Para que una persona pueda hacer frente a los riesgos y la incertidumbre, debe ser respaldado por un equipo de trabajo que busca llegar al mismo objetivo, y por una empresa que confía en el equipo y brinda todo lo necesario para que el proyecto sea desarrollado.
Transparencia.
Parte importante de confiar en un equipo de trabajo ágil, es optar por un enfoque de transparencia, en el que la información relevante en la toma de decisiones, está al alcance de todos los involucrados en el proyecto. De esta forma, cada persona es consiente de las actividades que se están llevando a cabo en distintas áreas del proyecto, y las que se deben realizar.
Cuando las personas involucradas tienen acceso a esta información clave, tiene también la posibilidad de optar por un trabajo colectivo y efectuar aportaciones valiosas al proyecto, que den pauta a un resultado innovador.
Auto-organización.
Uno de los enfoques fundamentales en las empresas ágiles, es el de centrarse en las personas y en desarrollar entregables que sean realmente valiosos y funcionales para ellas. Sin embargo, parte de enfocarse en las personas también implica motivar y respaldar a los miembros de cada equipo de trabajo.
Al otorgarle la confianza al equipo, facilitarle todo lo necesario en cada proyecto, y además reconocer su expertis permitiéndole autogestionar sus tiempos y sus actividades, las personas se sienten motivadas a enfrentar los retos y perseguir la mejora continua, tanto individual como empresarial.
Cuando el equipo de trabajo decide ser parte de una cultura empresarial que promueve el crecimiento y la innovación, tiene la libertad de contribuir con diversas perspectivas, explorar las dificultades y aventurarse estratégicamente para encontrar la mejor solución.
